lunes, 13 de diciembre de 2010

Largo YA! 5 - Goal Fiction 0 : No envié mis hombres a luchar contra los elementos.

Las grandes derrotas, siempre dejan grandes marcas para la posteridad. Todo español tiende a fracasar cuando más se espera de él; así, en la época dorada del imperio español, allá por el siglo XVI (tal vez no guste una lección de historia, pero al igual que ahora podemos decir orgullosos "Soy español, ¿a qué quieres que te gane?", en su momento decíamos en su lugar que "en nuestro imperio nunca se ponía el sol"); Felipe II - sí, el mismo al que se las ponían en bandeja de plata - tuvo la brillante idea de mandar a la Armada Invencible (irónico calificativo, y no, no es la misma que la que gana las copas Davis en tenis) a dejarse masacrar en Inglaterra por una tormenta muy bien utilizada por sus enemigos. Ante tal épico fracaso ( la reina de Inglaterra le señalo con desdén entonando el primer "EPIC FAIL" de la historia) sólo se le ocurrió excusarse con esa frase que pasó a la posteridad : "No envié mis barcos a luchar contra los elementos". Y luego señores, entramos en una decadencia que nos dejó como estamos ahora mismo.




Bueno, dejandonos de parafernalia que distraigan y aburran al lector - ya que la crónica se hace esperar, que por lo menos sorprenda - eso mismo le ocurrió al equipo Goal Fiction la pasada jornada. Goal Fiction empezó el mejor mes (obviamente diciembre, por si algún desorientado se lo pregunta) de la peor manera. Con un equipo inicial con sorprendentes y excelentes novedades como Alberto o Andreo (alias "el desertor"); con más ganas y calidad que nunca y frente a un rival considerado asequible, se plantó en el campo dónde todo salíó de la peor manera posible. Un frío de esos que te dejan medio moradas las pelotas -hasta las de futbol -, lluvia y viento, el terreno mojado y la pista casi impracticable (solo para nosotros, el rival, al estilo de aquel Athletic de Clemente que regaba San Mamés para dar la bienvenida al rival, se adaptó sin el mas mínimo inconveniente); pero eso sí, el publico contrarrestó más fiel y cálido que nunca, apoyando al equipo contra viento y marea - literalmente - hasta el final. Eso es ser incondicional, porque, amigos, no era nada fácil. Más dura será la caída. A más esperanza y apoyo del público, peor espectáculo dio el equipo.

Todo empezó torcido cuando tras la baja temporal de Guedes, mi actuación bajo los palos fue más propia de Pavarotti. Tras dos cantadas demasiado tempranas, Seijo se encargó de la meta con una actuación más que notable, por encima de toda expectativa, y el equipo se encargó de atacar. Pero falto de ideas, movilidad y agilidad y habilidad sobre un terreno mojado, solo la frescura de Alberto aportó algunas ocasiones; y sólo gracias a su habilidad y su desborde pudimos plantear algún peligro al portero rival, pero siempre llegamos muy forzados para materializar nada. Y con alguna jugadilla de Alberto y algún pase de Andreo se acabó nuestro espectáculo, que el público ansioso agradeció en exceso. El rival sin embargo, lejos de magnanimidad, tuvo el antojo de imitar el repaso que le dio el Barça de Guardiola al Real Madrid esa misma semana; y doy fe de que lo consiguió bastante fielmente, sino en cuanto a juego, en cuanto a sensación de impotencia y de distancia.
De ahí podemos sacar el mayor punto positivo de este encuentro: caballeros, nuestro mayor problema más que nada es la presión y el miedo escénico, como el Madrid en el Nou Camp.

Y peor aún, nuestro rival más asequible, aquel con el que desquitarnos, jugar con confianza, remontar el vuelo, coger sensaciones, etc… ERASMUS ha abandonado la liga interna. Así que a jugar toca. Son dos partidos menos, así que en lo que nos queda por lo menos juguemos sin presión, y a pasarlo bien. Y mañana Dios dirá, sino que se jodan los Goal Fiction del futuro.
Parodiando a John Lennon, cuya muerte conmemoramos recientemente: "All you need is Goal".

2 comentarios:

  1. "(...)una actuación más que notable, por encima de toda expectativa"??? Qué poca fe tienes en tu capitán...

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