martes, 22 de febrero de 2011

Por los santos cojones: Goal Fiction 1 - IES 7

No nos queda otra que ganar, tras otra derrota abultada del equipo favorito. Y está vez, desplegando un juego atrevido y decente, pero con problemas para la definición y a la hora de marcar diferencias, falta la mentalidad para ganar un partido. En un duelo equilibrado, encajamos rápido dos goles en 2 jugadas de tiralíneas, marcando 2 goles fáciles y encima de los que dejan mella psicológica, 2 descuidos que tiran por tierra todo el trabajo y gran parte de la esperanza. Con una buena actuación de Nacho y de Andreo (que nuevamente le prestó su ayuda al club al que siempre consideró su alma que pertenecía); y la salida de José (llamado Sanju) como revulsivo - que anecdóticamente el autocorrector tiende a corregirme por repulsivo, ordenadores con sentido del humor - el partido se equilibró en juego antes del descanso con alguna clara ocasión antes del descanso (notablemente una preciosa volea de un pase largo que no entró por la escuadra por la magnífica actuación del guardameta rival) que erráticamente no conseguimos materializar; conservando pues el marcador muy a nuestro pesar.
En la segunda parte, se repitió el mismo guión, abultando el marcador y ya dando por escapado el partido, el equipo se dedicó a practicar e intentar por lo menos mejorar su fútbol. No creamos espectáculo sólo para el público, hoy lamentablemente ausente - más siempre vivo en nuestros corazones-, lo nuestro es puro amor al arte. Y la materialización, la sublimación de nuestra habilidad vino como no pudo ser de otra manera con el gol de Santos, el gol de la controversia. Un gol de chorra, literalmente claro. Y digo controversia porque es un gol improbable, en matemática es la esencia de la reducción al absurdo en sí. Lo metió el jugador que menos lo buscó, y el que posiblemente menos peligro ha creado en el área rival en toda la temporada; un jugador con tanta habilidad en ambas piernas, que en lugar de ser ambidiestro es "ambizurdo" (igualmente malo con las dos), y como no le quedaba otra, lo metió con la que más y mejor maneja, la tercera. Como si marcara Mascherano en el Barça. O Gago en el Madrid. Como que te toque la lotería sin comprar el décimo. Lo metió por y con cojones, los suyos y los de todos nosotros. Se abrió la defensa, se paró el mundo; para que Santos, y su polla, marcaran. Si llega a retransmitir el Marca el partido y yo fuera el ilustre Santiago Segurola - Dios quisiera que algún día pueda aspirar a admirar la suela de su zapato como cronista - este gol se lo hubieran dado a Cristiano Ronaldo, o al centrador en su defecto, o sino en propia puerta, o como última alternativa se lo hubieran adjudicado al poste. Pero la vida es irónica y caprichosa, el destino absurdo, y la bola inexplicablemente entró, para la mayor alegría de todos; demostrándonos que para marcar no hay que merecérselo: hay que estar ahí y empujarla. Y ahí estaremos.





Por último, comentar un lamentable suceso que demuestra la mala suerte del equipo y de toda la entidad en general. Por si no habíamos tenido suficientes accidentes, hemos de añadirles el tremendo golpe y posible grave lesión de la mas bellas de nuestras cheerleaders (para los que no tengáis Inglés I: animadoras), en un desafortunado resbalón - que bien parecía una perfecta performancia de una plancha de espaldas de algún hábil saltador olímpico de trampolín-. Desde aquí desearle una pronta recuperación para que siga meneando sus pompones con la misma energía y destreza, animando y potenciando la delantera.

3 comentarios:

  1. OYE! como que la más bella? eso ofende a las demás, como se nota que el cronista está comprado...

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  2. rompete un brazo y me sacaras algun piropo
    sino siempre ai otras vias

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